Peter Pan, el musical que te hará cacarear

La expectación era alta. Se trataba, nada más y nada menos, que Peter Pan, una historia por todos conocida. ¿Quién no ha soñado con ser Peter Pan y no crecer jamás, con luchar contra el malvado pirata el Capitán Garfio, de jugar con los indios y cantar ‘AU’ en voz alta, de ver al cocodrilo de cerca… y de volar.

Que la obra tuviera lugar en el Teatro Maravillas es algo que nos gustó. Es un teatro histórico en pleno Malasaña, al que ya hemos ido muchas veces, y cuyas obras nunca nos han defraudado. Y los responsables de esta adaptación de la obra de James Matthew Barrie son Alejandro Olvera y María Pareja, y la Compañía Barceló Producciones.

 

Nuestra experiencia se resume en una frase que nos tocó escuchar de boca de los peques varias veces durante la obra: “No quiero que acabe”.

El inicio ya te deja entrever que, aunque uno presenciará la historia de Peter Pan, esta versión cuenta con elementos diferenciadores. La historia nos recuerda en todo momento a la idea original de Disney, pero esta tiene vida propia, y así se deja entrever desde el mismo inicio cuando vemos a una Wendy abuela. Esto lo agradecieron los niños, ya que una copia exacta, al no contar con ningún elemento sorpresa, podría parecer más monótona.

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La historia se la cuenta Wendy (María Pareja, además, directora de la obra), ya mayor, a su nieta. La abuela Wendy tratará de hacer memoria, algunas veces con mejor suerte que otras, para contarle a su nieta aquella maravillosa experiencia que vivió cuando apenas era una niña. Muy interesante resultó el momento en que Wendy se queda dormida y reinventa, al menos, durante algún momento, la obra y el final de la historia.

Así, Wendy contará la historia de cómo, junto a sus hermanos Juan y Miguelito, conocieron a Peter Pan mientras este buscaba su sombra dentro de su cuarto para, más adelante, viajar al País de Nunca Jamás. Sí, esta parte de la historia ya nos suena más.

20171104_175327A medida que transcurre la narración van apareciendo nuevos personajes, pero de forma tan clara y concisa que en todo momento los niños diferencian cada uno de estos. Esta introducción consigue aumentar el ritmo y mejorar el espectáculo. Así, en el País de Nunca Jamás conoceremos a los Niños Perdidos, y al Capitán Garfio y sus piratas, especialmente al Señor Smith, un personaje que a los papás les hará mucho más ameno y divertido el cuento.

Una de las características de este musical, sin duda, es la música, una banda sonora original compuesta con Jesús Franco, tanto por los estilos diversos (tan pronto cantan rap como rock `n roll) como por sus originales letras. Son canciones orientadas a las familias que quieren pasar un rato divertido. Y, dentro de las voces, destacamos las actuaciones del Capitán Garfio, el Señor Smith y Wendy.

Además de las coreografías, muy divertidas cuando se ponen en boca del Señor Smith, el musical cuenta también con una muy original puesta en escena, números aéreos (para poder ver de cerca a nuestra querido Campanilla) y muy buenas actuaciones, logrando que la magia y la diversión impregnen de sonrisas la cara de los niñ@s.

En un abrir y cerrar de ojos, la obra llega a su final y Peter Pan, como siempre, consigue salvar a Wendy y sus amigos, y vencer al Capitán Garfio, que tendrá que esperar a otra versión para tener un final mejor.

¿Con qué nos quedamos? Los pequeños decidieron que Peter Pan, el Capitán Garfio y Wendy, aunque escuchando a algún mayor, mención especial para el Señor Smith y para la Niña Perdida que realiza el papel de Trigidia. Una buena actriz con muchísima energía y positividad.

Las funciones tienen lugar los sábados, a las 16:30 horas.

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