Carlos De Matteis es el responsable de Baby Rock. Además de ser el autor y quien está detrás de la música, suya es la dirección de la obra junto a Verónica Pérez. Hoy ha hablado con Madrid con niños, dragones y unicornios sobre la importancia del teatro enfocado a los bebés y sobre esta obra, que propone unos estímulos sensoriales e intelectuales muy interesantes para los bebés pero que pueden degustar, tanto los niños como los adultos.
Rock Baby es un espectáculo para bebés diferente. ¿En qué sentido?
Un espectador va al teatro a recibir estímulos sensoriales e intelectuales. Un bebé o o niño pequeño son personas que deberían recibir el mismo trato. En Baby Rock la música de rock tiene un lugar protagonista, pero también lo tienen las luces, los sonidos, el gusto, el tacto y el olfato. Todo está inscrito en una historia que pueden degustar los mayores y los niños más grandes donde se abordan temas no habituales en un espectáculo infantil. Baby Rock es un espectáculo creado para estimular el crecimiento y la aventura de vivir.
¿Es difícil hacer teatro para bebés?
Es una tarea delicada ya cuanto más pequeños son los niños, menos tolerantes son a los clichés. Cuando los niños se aburren, no se quedan dormidos, te lo hacen saber de todas las maneras posibles. Cuando se la pasan bien es porque están conectados y su cuerpo habla por ellos.
¿A los niños pequeños les gusta el rock?
A los que vienen a ver Baby Rock les gusta, se lo pasan bien, vibran, se mueven, se ríen y dan palmas. Solo la ignorancia puede afirmar que la música clásica es más adecuada para los niños. La música y el teatro no deben seguir los patrones de lo establecido sino los que seguían Shakespeare o Neruda, que inventaron palabras, o Queen y los Beatles, que mueven multitudes. En definitiva, alejarse de los tópicos, de lo que es o no culto, de lo que es un bebé y sus posibilidades.
¿Dónde reside el éxito de esta obra que tiene tanta acogida?
¿Dónde y cuándo pueden ir los padres y madres a veros con sus hijos?