¿Todavía no habéis visto ‘Harry Potter: The Exhibition’? Pues si queréis disfrutar de la que se ha convertido en una de las exposiciones más exitosas de la temporada (ha tenido más de 350.000 visitantes desde que se inauguró en septiembre), tenéis que daros prisa, porque cerrará sus puertas el próximo 2 de abril, cuando abandonará Madrid para emprender viaje hacia Milán.
Nosotros, que somos muy fans del universo creado por J.K. Rowling, no hemos dejado escapar la oportunidad de visitar la muestra y fuimos a verla hace unos días con nuestros peques. Todos, niños y mayores, salimos encantados. Fue toda una experiencia que os contamos con detalle. ¡Tomad nota!
Sumergidos en un universo mágico
Desde el primer momento en el que entramos en la muestra nos sentimos sumergidos en el impresionante universo del mago. Un miembro de la exposición nos dio la bienvenida y uno de nuestros peques tuvo la suerte de ser elegido para que el Sombrero Seleccionador determinará a cuál de las cuatro casas (Gryffindor, Hufflepuff, Ravenclaw o Slytherin) pertenecía. A él le salió Slytherin y, la verdad, ¡no pareció preocuparle demasiado!
Después, iniciamos el recorrido por la exposición. Tras ver, en una antesala de la muestra, un montaje en ocho pantallas con algunas de las escenas más famosas de las películas de Harry Potter, escuchamos asombrados el sonido de un tren y, tras alzarse una pared de la escenografía, ¡nos encontramos con el mismísimo Expreso de Hogwarts!
Desde allí, nos llevaron hasta la Galería de los Retratos, donde comenzó la exposición propiamente dicha.
La sala común y el dormitorio de Gryffindor
En la primera sala nos encontramos con uno de los lugares más emblemáticos del universo Potter: la sala común y el domitorio de Gryffindor, la casa a la que pertenecen Harry, Ron y Hermione en Hogwarts. Era una reproducción tan buena que parecía que estabas dentro de las propias películas. Además, ¡hasta fuimos recibidos por el retrato de la Señora Gorda!
Una vez dentro, vimos muchísimos objetos icónicos de la saga: los uniformes del colegio, la varita y las gafas de Harry, el suéter con monograma de Ron y su gorro de lana, el Vociferador que la madre de Ron envía a su hijo en una de las películas, el Mapa del Merodeador…
Las aulas de Hogwarts
Siguiendo con nuestro recorrido, llegamos a un escenario que recrea las aulas de algunas de las asignaturas que los alumnos estudian en Hogwarts: pociones, adivinación, defensa contra las artes…
En esta sala hubo una cosa que a nuestros peques les llamó especialmente la atención, la reproducción del invernadero de Herbología. Allí, pudieron extraer ellos mismos una mandrágora de su maceta e incluso escucharon los chillidos que emiten estas plantas cuando se les molesta.
Quidditch
Esta sala, dedicada al deporte más popular en el mundo de los magos, es la que más les gustó a nuestros peques ya que, además de ver numerosos accesorios relacionados con este deporte (los uniformes en detalle de los equipos de Quidditch, la Snitch Dorada y la Nimbus 2000 o la escoba de Harry), pudieron poner a prueba sus habilidades con el Quidditch y lanzar una Quaffle.
La cabaña de Hagrid
Continuamos visitando la cabaña de Rubeus Hagrid, Guardián de las Llaves y los Terrenos de Hogwarts. En esta asombrosa zona de la exposición pudimos ver a Buckbeak, el hipogrifo, un caldero burbujeante y un huevo de dragón.
Hagrid es un semigigante, por lo que los muebles de la casa y muchos otros objetos de su hogar son de gran tamaño. ¡También pudimos sentarnos en su gigantesco sillón!
El Bosque Prohibido y las Fuerzas Oscuras
Tras dejar la cabaña, llegamos al denso bosque de los terrenos de Hogwarts que, haciendo honor a su nombre, está estrictamente prohibido a todos los estudiantes. Allí pudimos ver a centauros a tamaño natural, al colacuerno húngaro e incluso a la acromántula.
Saliendo del bosque llegamos a un espacio dedicado a la Magia Oscura de los que se valen Lord Voldemort y sus seguidores, los Mortífagos, para alzarse con el poder en el mundo mágico.
Entre los objetos que más nos llamaron la atención de esta zona estaban las capas y máscaras de los Mortífagos, un Dementor, el traje de Lord Voldemort, seis de los Horrocruxes y una réplica de la cabeza de Nagini, la leal serpiente de Lord Voldemort.
Os avisamos de que, si vais con niñ@s muy pequeñ@s, está zona puede darles un poquito de miedo.
El Gran Comedor
Terminamos en el Gran Comedor de Hogwarts, que está iluminado por velas flotantes y es el principal centro de reunión de los estudiantes. Es el punto culmen de la exposición: en este escenario pueden verse nueve accesorios y artefactos del magnífico Baile de Navidad, así como los trajes de algunos de los profesores más destacados, como los de la profesora McGonagall y el profesor Dumbledore.
Justo antes de la entrada al Gran Comedor pudimos ver la puesta en escena de la épica Batalla de Hogwarts. Aquí reconocimos los trajes de Harry, Ron, Hermione y Neville desgarrados tras los combates, en un escenario que muestra un Hogwarts entre ruinas y escombros.
En definitiva, ¡fue una experiencia fantástica que no os podéis perder!
Información práctica sobre la exposición:
- Para ver los horarios y días de apertura, podéis consultar la página web: http://www.harrypotterexhibition.es
- Localización: IFEMA – Feria de Madrid, Pabellón 1 – Entrada Sur.
- Fechas: hasta el 2 de abril de 2018.
- Entradas: desde 13,90 € (gastos de gestión no incluidos) a la venta en http://www.harrypotterexhibition.es, Ticketea y Centros El Corte Inglés.
- Existe un servicio de audioguías disponible para su compra de forma separada.