Hoy en día sentar a toda la familia en la mesa para una comida es todo un reto. La diferencia de horarios, actividades y el ritmo frenético exige un esfuerzo extra por parte de todos para cumplir esta tarea. A esto hay que añadirle la dificultad de mantener una alimentación saludable en casa y, sobre todo, con los más pequeños de la familia.
La alimentación saludable es un pilar fundamental para su desarrollo y por este motivo, los niños y niñas deben comer de forma sana, variada y equilibrada. En ocasiones, cuando no se tiene conocimiento o la información suficiente, la mejor opción es contar con un o una nutricionista en Madrid que nos ayude.
Te habrás preguntado cuánto cuesta un nutricionista y si realmente es necesario para conseguir mantener una dieta completa. Estos y estas profesionales elaborarán un menú que se adapte a tu familia, a tus hábitos y a tus gustos.Además, si alguien tiene alergia o intolerancia a algún alimento, te darán una serie de alternativas para sustituirlo por otro.

Además de mantener una alimentación saludable, también son importantes crear unas rutinas a la hora de las comidas o las cenas en el hogar. Una especie de ritual para que los niños y las niñas de la casa lo integren en su día a día.
A continuación, te dejamos una serie de consejos o trucos para lograr unos hábitos en torno a la mesa y conseguir una alimentación saludable.
1. Planifica un menú para conseguir una alimentación saludable.
Pide ayuda a profesionales de la nutrición o elabora una dieta variada. Si los pequeños comen en el colegio, pregunta por el menú mensual para compensar las comidas con cenas saludables y ligeras.
2. Organiza la nevera antes de hacer la compra.
Así será más fácil aprovechar los alimentos que tengas en casa, elaborar el menú para toda la semana y comprar sólo lo que necesites.

3. Rutina de higiene.
Ahora más que nunca es primordial lavarse las manos antes y después de comer. Si empiezas a incorporar este hábito, ganarás en salud y protección. Del mismo modo, no hay que olvidar cepillarse los dientes.
4. Intenta comer, al menos, una vez al día en familia.
Ya sea el desayuno o la cena, los más pequeños sentirán que la alimentación es importante y se respeta como tal. Olvídate del teléfono y de la televisión por un rato. Presta toda tu atención al momento de la comida y tus hijos e hijas harán igual.
5. Con las manos en la masa. ¡Todos a cocinar!
Involucra a tus hijos e hijas en el cocinado. Pelar unas zanahorias, cortar una lechuga o colaborar con alguna que otra elaboración. Serán cocineros y cocineras, se divertirán y entenderán mejor el valor de una alimentación saludable.

6. Alimentación saludable y creatividad al plato.
Para que los más pequeños coman de todo, a veces, hay que hacer trampas. Algunos tips son, por ejemplo, cortar las verduras con formas originales, emplear distintos colores que les atraigan (zanahoria, brócoli y patata) o preparar brochetas de fruta.
7. No compres alimentos ultraprocesados.
La mejor forma de no comerlos es no tenerlos en la despensa. Evita las galletas con dibujos animados, los zumos azucarados y la bollería. Este tipo de alimentación favorece la obesidad infantil, el colesterol y el azúcar. Cámbialos por fruta, batidos y zumos naturales y por repostería casera.
8. Ten horarios regulares para las comidas.
El fin de semana no sirve de excusa. Contar con un horario para cada comida te ayudará a controlar lo que comen, las cantidades y su relación con la alimentación saludable.
9. Ni premio ni castigo con la comida.
No es bueno utilizar la comida para castigar o premiar a tus hijos e hijas. Si alguna vez los mandas a la cama sin cenar, tendrán miedo de pasar hambre y aprovecharán cualquier oportunidad para comer algo posiblemente no saludable. Del mismo modo, tampoco es conveniente premiarlos con el postre. Por ejemplo, diciéndoles que si se comen todas las verduras el postre será el dulce. De esta forma estás comunicando un mensaje negativo sobre las verduras.
10. Para beber, agua.
Anima a los más pequeños a beber siempre agua. Ayúdate de una botella decorada o ten una individual para cada uno. Evita las bebidas azucaradas (refrescos y zumos) durante las comidas y apuesta por aguas con fruta o limonadas.

11. ¿Puedo cenar fuera de casa?
Cualquier excusa es buena para hacer una fiesta de pijama en casa de un compañero o compañera de clase. Comer o cenar en casa de algún amigo o amiga es algo natural y una experiencia enriquecedora para los niños y niñas. Asegúrate que esas comidas sean equilibradas y sigan la línea de la alimentación saludable que tenéis en vuestra familia. Habla con los padres y pregunta qué comerán.
12. Alimentación saludable también en restaurantes.
Siempre que comáis fuera, intenta seguir el guión de comida sana. Descubrir otras culturas a través de las comidas es muy gratificante y los más pequeños pueden disfrutar mucho. Mexicano, senegalés o japonés, revisa el menú y busca platos saludables ricos en vitaminas.
13. La cantidad es importante para una alimentación saludable.
Para evitar problemas de obesidad o de desnutrición, es super importante controlar las raciones y los ingredientes. Elimina los productos ultraprocesados de la dieta y lee las etiquetas de los alimentos. Existen muchas aplicaciones móviles que te ayudan a conocer toda esta información de forma fácil y rápida.

14. No hay que comerse todo lo que hay en el plato.
Es un error que a menudo se comete y que debemos evitar. Igual que te ocurre a tí, habrá días que tus hijos tengan más o menos hambre. Al obligarles, se les están inculcando valores negativos sobre la comida.
15. Para una alimentación saludable, el arbolito desde chiquitito.
Si quieres que tus hijos e hijas tengan una una alimentación y crezcan con estos valores, debes enseñarles desde muy pequeños. Desde que el niño o la niña comienza a ingerir alimentos (de 3 a 6 años), es el momento ideal para comenzar con los hábitos alimentarios.
Si tú disfrutas con la comida y teniendo una alimentación saludable, tus hijos e hijas también lo harán. Con estos tips crearás unos hábitos alimentarios que durarán para siempre. No te olvides de pedir ayuda a un o una profesional de la alimentación para crear tus menús semanales y tener una dieta sana, variada y equilibrada.